El aparato, sencillo en apariencia y muy fácil de manejar, es capaz de ofrecer con gran nitidez la imagen del bebé en movimiento en el seno materno.

        La nueva técnica, incorporando la cuarta dimensión, el tiempo, aumenta más aún la visualización objetiva del contenido del útero. A los métodos anteriores de reconocimiento del producto de la para concepción, añade el movimiento.

        La nueva posibilidad de visualizar al niño en movimiento dentro de la matriz ofrece innumerables datos al médico sobre su desarrollo que, hasta el momento, o no se podían obtener o más bien se aventuraban, debido a lo limitado de los instrumentos diagnósticos.

        Ni qué decir tiene que se trata de un avance muy considerable para la medicina, que permitirá seguir con todo detalle desde estadíos muy tempranos el desarrollo del hijo por nacer. Queda así por una parte, facilitado en gran medida el trabajo del ginecólogo; y, por otra, ofrece a los padres una información de su bebé fidedigna y evidente para ellos.