La campaña mediática a la que hacíamos referencia en un anterior artículo publicado el pasado 12 de enero, ha tomado un significativo impulso al recibir Mar adentro, la cinta de Alejandro Amenábar, el Globo de Oro a la mejor película extranjera. El filme que explica la historia de Ramón Sampedro y su muerte por eutanasia se sitúa así en una buena posición para optar a los Oscar del próximo 27 de febrero. Un itinerario que, junto a las constantes referencias en los medios de comunicación a Ramona Maneiro, la mujer que le facilitó el cianuro al tetrapléjico gallego, es la mejor promoción que se puede hacer precisamente de la eutanasia.

        En el discurso de agradecimiento del premio, Amenábar homenajeó a Javier Bardem, el actor que encarna a Sampedro y que se quedó sin el Globo de Oro al mejor actor. Un premio que ha ido a parar a las manos de Leonardo Di Caprio por su interpretación en El aviador, de Martín Scorsese. La historia recrea la vida del famoso productor de Hollywood Howard Hughes, un enamorado de la aviación que llegó a diseñar sus propios modelos de aviones. “Quiero compartir el premio con mucha gente, pero entre ellos con Javier Bardem, un genio como actor y un ángel como persona”, decía el director español desde el escenario.

Ramona Maneiro, a por los medios

        La misma mañana de este lunes, 17 de enero, en que se conocían los resultados de la entrega de los Globos de Oro, Ramona Maneiro intervenía en el programa radiofónico de Antoni Bassas El matí de Catalunya Ràdio. Entre otras cosas, Maneiro afirmaba lo siguiente: “Soy muy valiente y yo voy a pelear por lo que Ramón quería, que era el derecho a elegir” sobre el final de la propia vida. Tal como ya declaró en El programa de Ana Rosa, de TELECINCO, uno de sus objetivos es conseguir la legalización de la eutanasia, y en esa línea siguen manteniéndose sus apariciones en los medios.

        A pesar de que la misma Ana Rosa Quintana aseguraba este lunes que Maneiro no había cobrado por intervenir en su programa, cabe preguntarse cuánto puede llegar a haber de negocio en la promoción que se está haciendo de la eutanasia desde que, recientemente, la mujer que ayudó a morir a Sampedro saltó a los medios, teniendo en cuenta la proliferación de programas televisivos “rosas” o “amarillos” que andan a la caza de personajes que faciliten “carnaza” al telespectador.

        Como muestra, sirva el ejemplo de esta serie de preguntas y respuestas extraídas de un artículo publicado por EL MUNDO este domingo, 16 de enero, en el que el diario entrevista a José y Manuela, el hermano y la cuñada de Ramón Sampedro.

        E.M.: “¿Podríamos ver la habitación de Ramón?”

        José: “Verla, sí. Pero ni una foto”.

        E.M.: “¿Por qué?”

        José: “Cosas de la película, el contrato...”

        Manuela: “Bueno. Pues a ver”.

        José: “Te está pidiendo dinero”

        E.M.: “¿Cuánto quiere?”

        José o Manuela: “Por menos de 1.000 euros, nada”.

        José y Manuela siguen acusando a Ramona de haber asesinado a Ramón Sampedro y también insisten en que hay un interés económico. “¿Por qué sacó ahora el tema? ¿Para sacar cuartos? Que lo haga con su familia. Los muertos no se negocian... ¡Cómo dice que lo ha hecho por amor! Si esa mujer no tiene corazón ni alma. Ella tiene el demonio dentro”, afirma Manuela en el artículo mencionado. Y sigue José: “De ella fue toda la culpa. Los otros sólo la apoyaron para defenderla. Lo mató por dinero, no por amor. ¿Por qué estoy tan seguro? Porque ésta no siente amor por nadie. Dicen que ahora cuida ancianos, ¿no? Pues que tengan cuidado, no vaya a ser que guarde algo de veneno”, acusa el hermano del desaparecido tetrapléjico.