A propósito de
Mar adentro
Marius Clavell
Santiago de Compostela
19.02.05 La Vanguardia
 

        Señor director: el film de Amenábar está por ganar un Óscar y es preciso que se conozcan todos los aspectos de este "Mar Adentro", documentado en general y mentiroso en particular. Pienso en la secuencia demagógica de la visita que un sacerdote efectúa a Ramón Sanpedro. Amenábar junta a dos visitantes en uno solo y ha traicionado el contenido de ambas visitas. Por una lado está Javier Gafo, jesuita, que visitó a Ramón varias veces y que dejó detallada memoria de ellas en "Mis recuerdos de Ramón Sanpedro" en el libro "Eutanasia y ayuda al suicidio" (Desclée de Brouwer, Bilbao, 1999). El Padre Gafo era especialista en bioética y murió después que Ramón. El otro visitante fue Luis de Moya, sacerdote tetrapléjico no jesuita, que le visitó en junio de 1997. Es esta última visita la que caricaturiza el film con un tratamiento esperpéntico: la actitud católica frente a la eutanasia es presentada de manera confusa y manipulada. Luis de Moya no accedió hasta el cuarto de Ramón, como todos ya sabemos y como se refleja en la película, puesto que las escaleras que conducían a su habitación no eran salvables. El acercamiento, de todas maneras, fue amigable con intercambio de saludos con persona interpuesta. Sé lo que digo: fui yo esa persona interpuesta (yo era amigo de los dos), tan sarcásticamente tratada en el film. El ambiente melodramático del film esconde mensajes envenenados.