“Transmitir la experiencia de los católicos”

        Tal como expresaba recientemente en una entrevista Cantero, que visitó Cuba seis veces y publicó numerosos artículos sobre la Iglesia en Cuba en LA VOZ CATÓLICA y en otras publicaciones, la meta del libro es “transmitir para futuras generaciones la experiencia vivida por los católicos cubanos entre 1986 y 2000”. Quince años clave en el caminar de los católicos cubanos.

        Según la autora, cuando se enteró de que se iba a celebrar el Encuentro Nacional Eclesial Cubano (ENEC) celebrado en 1986, “pensé que era importante ir a Cuba para informar al exilio. Me encerré para estudiar el documento de trabajo del ENEC, de cerca de 200 páginas, para hacer una síntesis fácil y periodística para LA VOZ. Cuando presenté mi artículo a los líderes de la Iglesia en Cuba, agradecieron la síntesis y según me dijeron después, les sirvió de catequesis para los obispos extranjeros invitados al encuentro”.

        “El ENEC fue como un despertar a un compromiso evangelizador en medio de una sociedad marxista de la que no veían salida –continúa- porque entonces no tenían idea de que tres años después del ENEC caería el muro de Berlín. Esta etapa del libro lleva el título Renace la Iglesia Cubana”

Con Juan Pablo II “tocando pie en Cuba”

        En otro apartado de la entrevista, Cantero se refiere a la visita del fallecido Juan Pablo II a Cuba. “En noviembre de 1997 recorrí la isla durante un mes. Me uní a la misión en algún lugar. Entrevisté a mucha gente y viajé por carretera desde Santiago de Cuba, hasta Pinar del Río. Cuando regresé a Miami, se preparó una edición especial de 40 páginas, que se publicó cuando Juan Pablo II estaba tocando pie en Cuba. Me marché a Cuba y llegué allá, dos días antes de la llegada de Juan Pablo II, con la maleta llena de periódicos. En el libro esta sección se llama Un espacio recobrado, porque habla de todo lo que ya se estaba haciendo en Cuba”.

“Memoria viva de los protagonistas”

        Araceli Cantero considera que su libro es “sobre todo una memoria viva de los protagonistas de esos quince años. Es para todos los católicos cubanos interesados en entender esa etapa que considero clave en su conjunto. Y se refiere no sólo a los católicos en Cuba; los católicos en Miami están también representados”.

        “Cuando la gente habla de la Iglesia en Cuba, con frecuencia convierten el tema en asunto político y se olvidan de la misión de la Iglesia. Mi intención ha sido documentar la vida pastoral en un momento significativo”, dice la autora.