El escudo del condado de Los Ángeles tiene una gran imagen de Pomona, la diosa romana de la fruta, y una diminuta cruz en un lateral, recordando el origen de la ciudad californiana, que fue fundada por misioneros españoles.

        El lobby laicista norteamericano ACLU (American Civil Liberties Union), especializado en eliminar símbolos cristianos en espacios públicos, escribió al condado amenazando con un proceso judicial “por exhibir un símbolo religioso sectario” que viola la separación de Iglesia y Estado garantizada por la Primera Enmienda de la Constitución norteamericana. No se referían a la diosa pagana, sino a la pequeña cruz.

        Los 5 supervisores del condado, siguiendo el consejo de sus abogados, se reunieron a mediados de junio y votaron (por tres a dos) retirar la crucecita del escudo y ahorrarse los costes de un proceso que temían perder.

        Entonces llegó la respuesta cristiana: el Thomas More Law Center denunció al condado por retirar la cruz. En opinión de esta asociación jurídica cristiana, especializada en defender la libertad religiosa y de expresión, “retirar la cruz es un mensaje de hostilidad a los cristianos patrocinado desde el gobierno”.

Judíos con Mel Gibson

        El tema no concierne sólo los cristianos: la Alianza Judeocristiana Toward Tradition (Hacia la Tradición), dirigida por el rabino Daniel Lapin, ha pedido que no se elimine la cruz del escudo. Y con él, el famoso actor y director católico de cine, Mel Gibson.

        “Mel Gibson se ha encontrado con el rabino Lapin”, explica a la prensa local Michael D. Antonovich, uno de los supervisores del condado que quiere mantener la cruz. “El rabino me ha comentado que ambos estaban ofendidos por la acción del consejo de supervisores, porque la cruz representa el fundamento histórico de nuestro condado”.

        El rabino Lapin, que ha apoyado siempre la película La Pasión negando en ella todo antisemitismo, anima a los ciudadanos a recoger firmas para que la decisión sobre la cruz pase por un referéndum (como tantas cosas en California) y añadió: “esto es lo que los musulmanes hicieron cuando conquistaron España, retirar todo signo de la cruz”. Lapin tiene su propio interés en el tema: “yo siempre digo que el mejor cinturón de seguridad de Israel es el cinturón bíblico de EEUU; mientras los americanos respeten la cruz, los judíos y otras minorías estarán a salvo; en la Europa postcristiana, en cambio, vemos crecer el antisemitismo”.

        Los instigadores del proceso, la asociación laicista ACLU, ha conseguido algunos éxitos en los últimos años. Por ejemplo, quitar una cruz del sello de la ciudad de Redlands, u otra cruz de un escudo de un condado de Nuevo México con las palabras “con esto conquistamos”.

        “En el caso de Nuevo México, esas palabras expresaban un apoyo a una religión, pero esto no sucede en el escudo del condado de Los Ángeles”, dice el profesor de derecho Eugene Volokh, de la Universidad de California Los Ángeles. “En este caso, la cruz expresa un reconocimiento histórico”. Además, señala Volokh, el nombre oficial de Los Ángeles es “Villa de Santa María Reina de los Ángeles”, un nombre tan religioso como Sacramento, San Francisco, San Diego o Santa Fe. “Nadie pediría cambiar los nombres de estas ciudades, que son referencias históricas, como el sello”.

        Uno de los supervisores que han votado por quitar la cruz, Zev Yarovlavsky, comenta que una propuesta alternativa sería sustituir la cruz por un edificio de la misión española y un símbolo de los indios.