Mi hermano, el Rey y Mar Adentro
Aurora Bellas Dublang
        Tengo un hermano con parálisis cerebral. Penúltimo de 10 hermanos. Si mis padres no hubiera reaccionado apostando por su dignidad, sería un perfecto inútil. Y eso que los médicos le dijeron que nunca se valdría por si mismo.

        Mis padres tenían un sentido cristiano de la vida y por tanto un radical optimismo que supieron inculcarle. Con el apoyo de todos consiguieron que fuera autosuficiente: anda mal y con muletas o silla pero se defiende.

        Con su amor por la vida y su buena cabeza estudio derecho y judicaturas. El día que sus Majestades los Reyes le entregaron el despacho de juez en medio de una gigantesca ovación de sus compañeros de promoción, fue uno de los más felices de mi vida.

        ¿Comprenderán que prefiera esto al cianuro?