Educar.es: “Es que estoy hambriento,
le dijo Don quijote”

Josemanuel Tarrío www.PiensaunPoco.com

Y parece que no hay otra opción         ¿Sabemos a lo que nos referimos cuando decimos que queremos lo mejor para nuestros hijos?

        Y la pregunta se formula de esta manera, y no de otra, porque es evidente que todos buscamos lo mejor para ellos.

        Siguiendo con nuestras reflexiones y este destapar modas de opinión –una constante de nuestras páginas– conviene aquí incidir en un aspecto que se está convirtiendo en idea recurrente para los hijos y para la sociedad en general.

        Pensar que una vida lograda consiste en triunfar y cifrar este triunfo en tener una buena posición social, segura y estable, y en tener medios materiales y económicos.

        Ganar dinero, dicho con la claridad con que lo diría cualquiera de nuestros hijos o alumnos.

Salvando la economía

        Y por supuesto que esas dos cuestiones son importantes. Recuerdo vagamente una conversación entre Don Quijote y Sancho. El ingenioso hidalgo lanzó una gran perorata a su escudero. Éste le comentó: está hoy muy metafísico, vuestra merced. Déjate de memeces, le vino a decir Don Quijote: es que estoy hambriento.

        Tener una situación económica y material es necesario y dedicar más líneas a esta cuestión se hace innecesario. Si uno está hambriento, no está para muchas filosofías.

Que los medios no sean fines                  El problema estriba en que lo que son medios para vivir se conviertan en los fines de la vida. Y es en este punto cuando invertimos los términos y convertimos los medios en fines, cuando todo proceso educativo se viene abajo; se desploma como un castillo de arenas en la playa al golpe de las primeras olas.

        El lenguaje coloquial está lleno de expresiones familiares que dejan a las claras esta propuesta que realizamos: se come para vivir y no se vive para comer. Medios y fines debidamente ordenados.

        Pero con expresiones o dichos de sabiduría popular no podemos conformarnos. Interesa seguir profundizando, humildemente y como el que invita o sugiere, en esta teoría de los fines y medios en el proceso educativo.