Educar.es: "Déjate de crisis"

Josemanuel Tarrío www.PiensaUnPoco.com

Buscando un equilibrio

        ¿Cómo le hago entender, a mi hijo, que el estudio –cualquier cosa, en definitiva– ofrece resultados no en el presente sino en el futuro?

        Reflexionando sobre estas cuestiones, apuntábamos la semana anterior que cabían dos tipos de posturas:

        —como sabemos que los niños suelen funcionar bien con recompensas inmediatas, yo como padre le recompensaré siempre que me apruebe un examen o me den noticias positivas desde el colegio o me traiga buenas notas en la evaluación.

        —como sé que los niños funcionan bien con esas recompensas en presente y la vida, en definitiva, no funciona casi nunca con recompensas inmediatas, tengo que enseñarle, poco a poco, a saber retrasar la búsqueda desaforada de esas recompensas.

        Creo que todo intento de análisis nos llevan a confluir en estos dos tipos de posturas o a simbiosis de ambas, donde predominará una sobre la otra según las circunstancias.

Por la inmensa interior riqueza de la persona         La primera postura, en su extremo, parece confundir a un niño con una máquina que hará lo que yo le mande según el botón que apriete. Es esa antigua postura psicológica que concibe al hombre como una cosa que funciona con estímulos y respuestas.

        Afortunadamente esto no es así: al ser humano no se le puede programar como a una hoja de cálculo.

        La segunda postura, llevada también al extremo, no es que confunda al ser humano con una máquina o con cualquier otra cosa: el asunto es aún peor. Esta segunda postura es, sencillamente, inhumana.

        Expresiones del tipo: "tú obligación es estudiar y ser responsable y punto", parecen concebir al hombre como una piedra que ni siente ni padece.

        Dicho lo dicho, nos quedamos en una situación de auténtica crisis. Si hay dos posturas y ninguna de las dos nos sirven, ¿qué hacer?

        De esto se trataba. De someter la cuestión a crisis. Ni hoja de cálculo ni una piedra que ni siente ni padece.