Japón promueve la paternidad

Mujer Nueva. 28 de mayo de 2002
Fuente: Associated Press.
Trabajar mucho para disfrutar más

        Muchos jóvenes japoneses están demasiado ocupados trabajando horas extras en la oficina y disfrutando de los beneficios materiales que les aporta su duro trabajo, para pensar en el matrimonio y, mucho menos, en la paternidad.

        Se trata de una moda que el Primer Ministro Junichiro Koizumi está tratando de modificar, al encargar a sus principales consejeros que diseñen políticas que hagan la paternidad más atractiva y cercana a los jóvenes de entre 20 y 30 años.

Gran preocupación por las tremendas consecuencias

        El pasado mes de marzo, preocupado por la seria caída de las tasas de natalidad y el envejecimiento creciente de la población, el gabinete elaboró un documento que pedía a los japoneses trabajar menos y tener más hijos, como parte de una “reforma estructural del estilo de vida”.

        Pero Koizumi ha ido más lejos. Impuso a sus ministros el mes de septiembre como plazo final para presentar planes que faciliten el cuidado y educación de los hijos. Entre otras ideas se baraja reducir la jornada laboral semanal y mejorar el acceso a las instituciones de cuidado infantil.

        “El problema de la disminución de la población afecta a la economía, al empleo, a la educación... realmente todos los aspectos de la vida se ven afectados”, dijo la portavoz de Koizumi, Misako Kaji.

Las cifras previstas son alarmantes

        El Ministro de Salud, Chikara Sakaguchi, dio una explicación más drástica: “Si seguimos así, la raza japonesa dejará de existir”. Si bien esta afirmación parece exagerada, la reducción de la fuerza de trabajo sólo puede recortar aún más una economía ya tambaleante. Y la cobertura de las pensiones de salud y jubilación de la población que envejece es uno de los retos más grandes de este gobierno.

        Se espera que la población japonesa llegue a los 127 millones en el 2006 y después disminuya rápidamente durante los próximos 50 años, hasta llegar a 100 millones de habitantes aproximadamente. Se prevé que en 2050 la población mayor de 65 años alcanzará el 35,7% (el doble que en 2000). Así, cada vez menos trabajadores cubrirán los costes de los ancianos.

La falta de inmigración agudiza el problema

        Según el gobierno, parte del problema es que el matrimonio y la educación de los hijos no son vistos como fuente de realización personal por los jóvenes. Otros abandonan la idea de tener hijos por las dificultades para conciliar la familia y el trabajo, especialmente cuando el país atraviesa su tercera recesión en una década.

        A diferencia de los demás países occidentales, Japón apenas recibe inmigración. Según la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), cerca del 10% de la fuerza de trabajo alemana y el 11,7% de la estadounidense son de origen extranjero. En Japón, la cifra se reduce al 0,25%.

        Aún así, no está claro si las políticas del gobierno podrán relanzar los nacimientos, que han caído constantemente en los últimos 30 años hasta llegar a 1,35 nacimientos por mujer (un 2,1% es necesario para mantener la población estable).