Curso de formación para padres: Tema IX

El tiempo libre de los hijos

Victòria Cardona,
Educadora familiar
www.e-cristians.net

Las tres condiciones

        Hemos de considerar el tiempo libre de nuestros hijos como tiempo de ocio con tres funciones bien determinadas: tiempo de descanso, de diversión y de desarrollo de la personalidad.

  1. Tiempo de descanso: El ocio de nuestros hijos debe ser considerado reparador de fuerzas, de descanso del estudio, así como para los adultos sería un descanso del trabajo. Leemos en el Génesis: "y el séptimo día Dios contempló la obra que había hecho y descansó de todas las obras que había acabado". Vemos en este texto la contemplación de Dios por la obra realizada. Aprendemos un aspecto ismportante del ocio, actividad relacionada con el espíritu, que se opone radicalmente al negocio (negación del ocio) y que no busca ningún provecho material.

  2. Tiempo de diversión: Es necesario tener actividades diferentes de las obligaciones escolares. Han de ser libremente elegidas y han de distraer del estudio. Podríamos casi asegurar que estas aficiones, que habitualmente se inician de pequeños, sirven en la adolescencia para no caer en la "movida nocturna", que tantas preocupaciones comporta a los padres. Divertirse y relacionarse con jóvenes con intereses comunes altruistas o deportivos, por ejemplo, ayuda a evitar las ocasiones del alcohol o la droga.

  3. Desarrollo de la personalidad: Al ser el ocio de nuestros hijos fruto de la actividad que ellos han querido escoger (nunca debe ser impuesta), podrán ejercitar su iniciativa, creatividad, inventiva e imaginación. En las actividades en grupo, como excursiones, campamentos, juegos, etc., podrán fomentar la amistad, la lealtad, el compañerismo. En la adolescencia, edad de los grandes ideales, vivirán la generosidad y la solidaridad con actividades asistenciales de ayuda a los más necesitados, para vivir la felicidad de compartir, haciendo un servicio a los demás.
Puede ser útil         Un club o un lugar de ocio, para ser idóneo, tendrá que cumplir las funciones enunciadas anteriormente, con monitores o monitoras preparados para llevar a término esta labor educativa, pero siempre de acuerdo con los padres, para encontrar la actividad que sea más adecuada al carácter y temperamento de los hijos. Todo tendrá que ser presentado de forma lúdica, si bien cuidando los aspectos individuales, culturales y sociales. Los espacios de actividades extraescolares, para que sean ideales, tenderán a incrementar los valores humanos enumerados en el punto 3. Decidir el lugar que elegimos de colonias o campamentos deberá ser motivo de reflexión, por ser un elemento educativo importante.
Usando la cabeza como padres         Hace poco se argumentaba en un artículo el exceso de televisión que visionan los niños, o la adicción que llegan a tener por los videojuegos. Creo que, con mesura, pueden ser convenientes, siempre que se revisen los contenidos de lo que ven o qué juegos practican. El tiempo libre es también un tiempo de formación, por esto se ha de procurar que todo él sirva para educar la sensibilidad y que los contenidos de lo que ven tengan un carácter estético y artístico. Nunca la violencia o la falta de buen gusto son educativos. En el hogar tenemos a nuestro alcance actividades como la música, de la que Cervantes decía que "es capaz de componer los ánimos descompuestos", o bien la lectura. Conozco unos padres de familia numerosa que han organizado una biblioteca con títulos adecuados para todas las edades. Cada hijo tiene un carné que, convenientemente sellado, le da derecho a escoger un libro. Los pequeños están motivados por la seriedad y los mayores lo utilizan porque les hace gracia.
Con ellos

        Podemos preguntarnos si nos sabemos divertir con nuestros hijos. Si aprovechamos los días festivos para comunicarnos haciendo una actividad juntos: deporte, excursiones, trabajos manuales, visitas a museos o galerías de arte, y podemos preguntarnos también qué club o lugar de ocio hemos de elegir para el tiempo libre, que ha de ayudar a nuestros hijos a ser más felices en el ocio.