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Cuando se estudia la maduración y evolución en la personalidad |
¿Los niños criados por dos individuos del mismo sexo están tan equilibrados como los niños criados en familias con un padre y una madre? Hasta hace poco, la respuesta inequívoca a esta pregunta era No. Sin embargo, en la actualidad ocurre que políticos, legisladores, sociólogos, medios de comunicación e incluso organizaciones médicas, como asociaciones de pediatras, afirman que deberían levantarse las prohibiciones sobre la paternidad por parte de parejas homosexuales. Cualquier abogado defensor de esta causa que pretende tan profundo cambio, debería apoyarse en pruebas claras y concluyentes. Sin embargo, no sólo no es éste el caso, sino que, además, hay pruebas sonadas de que los niños expuestos a un ambiente homosexual se pueden encontrar en situaciones mayores de riesgo emocional, mental e incluso de daños físicos. La paternidad heterosexual es el modelo sobre el que se han realizado la mayoría de los grandes estudios longitudinales respecto a la infancia. Los datos sobre las consecuencias a largo plazo para los niños que viven en hogares homosexuales son muy limitados, y las pruebas disponibles revelan graves cuestiones. Esos estudios modernos que parecen indicar resultados de neutros a favorables sobre la paternidad homosexual, tienen algunos problemas, como el hecho de que no son longitudinales, las muestras no son suficientemente representativas, la selección no es objetiva, carecen de controles adecuados y tienen problemas para contabilizar ciertas variables. Los estudios sobre la infancia han demostrado consistentemente que es más fácil que progresen emocional, mental y físicamente los niños que viven en un hogar con dos padres heterosexuales frente a aquellos que viven con un solo padre. Por lo tanto, la carga de la prueba recae sobre aquellos que proponen la paternidad de los homosexuales, que tendrán que demostrar que ir más allá del modelo de paternidad homosexual es apropiado y seguro para los niños. | |
Problemas añadidos con frecuencia en las parejas homosexuales | La
violencia entre las parejas homosexuales es entre dos y tres veces más
frecuente que entre los matrimonios heterosexuales. Las uniones homosexuales
son significativamente más propensas a romperse que los matrimonios.
La duración media de las relaciones homosexuales está
entre sólo dos y tres años. Se dice de los homosexuales
que suelen ser promiscuos, con varias parejas en serie, incluso aunque
tengan alguna relación estable. Las personas que mantienen prácticas
homosexuales son más propensas que los heterosexuales a padecer
enfermedades mentales, a abusar de sustancias, a experimentar tendencias
suicidas y a acortar sus esperanzas de vida. Aunque algunos aseguran
que estas disfunciones son resultado de las presiones sociales, también
se dan en culturas donde la práctica de la homosexualidad está
más ampliamente aceptada. Los niños criados en hogares
homosexuales son más propensos a experimentar confusión
sexual, a mantener comportamientos homosexuales y a experimentar con
el sexo. Los adolescentes y jóvenes que adoptan un estilo de
vida homosexual tienen mayor riesgo de padecer problemas mentales, tales
como depresión, ansiedad, desórdenes de conducta, dependencia
de sustancias, y, especialmente, ideas de suicidio y tentativas de suicidio,
como ocurre con los homosexuales adultos.
La literatura sobre la investigación respecto a los niños educados por padres homosexuales es limitada. El ambiente en el que crecen los niños es absolutamente determinante para su desarrollo. Dado el actual volumen de investigación, el Colegio Americano de Pediatras cree que es inapropiado, demasiado arriesgado y peligrosamente irresponsable para los niños el cambiar la tradicional prohibición sobre la paternidad de los homosexuales, ya sea mediante adopción, tutela o reproducción artificial. Esta posición está basada en los mejores datos científicos disponibles. | |
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