Educar.es: “El ser humano no es una lavadora que centrifuga y seca”

Josemanuel Tarrío Ocaña www.PiensaunPoco.com

¿Pura manipulación?

        Decíamos que, al hilo de estas argumentaciones, bueno sería destapar una moda de opinión que intenta convencernos de que, en el fondo, educar es un tipo más de manipulación.

        Quizás opines que se exagera con esta afirmación. Qué pocos deben pensar de esa manera. Animaría al lector a que se diera una vuelta por institutos y colegios y escuchara. Con eso sería suficiente.

        Manipular, en su sentido genérico, equivale a intervenir con habilidad en algo para satisfacer intereses propios.

En cualquier caso...

        Educar, simplificando, equivale a desarrollar las facultades intelectuales y morales del niño, para perfeccionarlas.

        —¿Y qué? Buscar esa perfección o mejora del niño puede ser una manipulación como otra cualquiera porque vete tú a saber qué quiere decir o en qué consiste esa perfección.

        Si nos quedáramos aquí, los que sostienen que educar es igual a manipular habrían ganado la batalla: los hijos deben descubrir los valores por sí mismos y nadie se los puede imponer ni sugerir.

Para saber ser libres

        Pero aquí no nos quedamos. Y, por tanto, las espadas siguen en alto. Sólo estaríamos de acuerdo en que los valores no deben imponerse pero sí enseñarlos y procurar que se vivan.

        —¿Por qué?

        Porque no se nace ni hecho ni programado. El ser humano no es una lavadora que centrífuga y seca.

        Es un ser inacabado y lleno de necesidades. Y esto, lejos de ser una desgracia, es su grandeza: por eso, por nacer y ser así, es por lo que es libre.