El tango también sirve para evangelizar

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Lo que no cabría esperar         Primero fue la Misa Criolla, de Ariel Ramírez; ahora es la Misa Tango, de Juan Carlos Barbará y Rino Selmi. El popular ritmo porteño, adaptado con todo respeto a la liturgia, también es capaz de jugar su papel evangelizador en una sociedad que cambia día a día. El jueves 30 de octubre, ha tenido lugar en la Basílica María Auxiliadora, de la Parroquia San Carlos Borromeo, en Buenos Aires, el concierto Misa Tango ejecutado por la orquesta Buenos Aires Tango y los coros Grupo Vocal Cántico y Coral Manoblanca. El público la ha juzgado como "una obra muy bien lograda, muy agradable, de excelente buen gusto y para nada agresiva como tal vez podía esperarse. A veces las apariencias engañan...
Con todo el sentido profesional

        El acto ha sido organizado por FUNDAI y, al finalizar, un sacerdote ha impartido la bendición a los presentes. La dirección del concierto y arreglos musicales han estado a cargo del maestro Alfredo Montoya. Han actuado como solistas Roxana Barbará, Enrique Barcala, Luis Prado y Nora Roca. La coordinación técnica-operativa ha estado a cargo del maestro Hugo René Sanz y se ha encargado del sonido y video, Soundtec S.R.L. Temas: Kyrie, Gloria, Credo, Ave María, Sanctus Benedictus, Agnus Dei y Dominus Salvum.

        Cada tema está precedido por un texto que es leído desde el ambón. Las armonías han sido tratadas cuidadosamente, brindando las mayores posibilidades de desplazamiento de los coros e instrumentaciones, sin acordes extraños a la natural riqueza del tango. Dentro de la esencia, ritmo y estilo típico argentino, los temas principales de cada uno de los pasos han sido concebidos en su mayoría en modo menor, ajustando los textos traducidos del latín al castellano por Rino Selmi, casi literalmente.

Exitosos antecedentes

        El 25 de junio de 1996, se interpretó por primera vez la Misa Tango en un templo de la ciudad de Buenos Aires, la Basílica de Nuestra Señora del Rosario (Convento de Santo Domingo), con autorización del entonces arzobispo, cardenal Antonio Quarracino. Participaron la Orquesta del Tango de la Ciudad de Buenos Aires, el Grupo Vocal Cántico y los solistas Leticia Daneri, Quique Barcalá y Luis Prado.

        En abril de 1999, el arzobispo porteño, cardenal Jorge Mario Bergoglio, ratifica su disposición hacia la obra y deja en manos de los párrocos la posibilidad de su realización. El 8 de septiembre del mismo año, la Misa Tango se interpreta en la Basílica Nuestra Señora del Pilar, y el 30 de noviembre de 2000 se concreta el estreno internacional de la Misa Tango en la ciudad de Washington, con el patrocinio de la embajada argentina y la colaboración de la Asociación de Familiares de Funcionarios del Banco Interamericano de Desarrollo.

        La Arts and Education Society organiza la presentación en la Catedral de San Mateo, oportunidad en que más de mil personas ovacionan de pie la actuación de la Orquesta Buenos Aires Tango. El acontecimiento cultural y social, elogiado por la crítica, se realizó en apoyo de FUNDAI de la Argentina.