El Papa Juan Pablo II es el líder mejor valorado por los españoles.
Juan Pablo II es el líder mejor valorado por los españoles, según el Instituto Elcano
La puntuación que logra el Papa, un 6,90 sobre 10, sorprende si se tienen en cuenta las sucesivas campañas para deteriorar su discurso y su figura.
Pier Paolo Fiore
Así son las cifras

        El Papa Juan Pablo II es el líder mundial mejor valorado por los españoles, con una puntuación de 6,90 sobre 10. Así queda reflejado en el último Barómetro del Real Instituto Elcano (BRUE), dedicado a la situación internacional. De las 14 personalidades que aparecen en el ranking, sólo el Santo Padre y otros 4 hombres superan el aprobado. Son el responsable de la Política Exterior de la Unión Europea, Javier Solana (en la segunda posición don 6,31), el secretario general de la ONU, Kofi Annan (tercero con 6,27), el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (cuarto con 5,99), y el canciller alemán, Gerhard Schröder (quinto con 5,19).

        Por debajo, la lista se completa con los suspendidos: El presidente francés, Jacques Chirac (4,94), el presidente argentino, Néstor Kirchner (4,79), el líder palestino Abu Mazen (4,63), el primer ministro británico, Tony Blair (4,52), el presidente de Venezuela, Hugo Chávez (4,02), la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice (3,82), el primer ministro israelí, Ariel Sharon (3,02), el presidente de Estados Unidos, George W. Bush (2,77), y finalmente el presidente cubano, Fidel Castro (2,54).

El uno y el otro

        En esta ocasión, los encuestados se muestran especialmente duros tanto con Bush, personaje impopular en los últimos años por su política belicista, como con el dictador Castro. Las relaciones de estos dos personajes y sus colaboradores con el Gobierno español que preside desde hace casi un año José Luis Rodríguez Zapatero son radicalmente distintas. Mientras el mandatario norteamericano ignora totalmente a su homólogo español desde que éste decidió retirar las tropas de Irak el 18 de abril de 2004, el acercamiento a la dictadura castrista ha sido constante en los últimos meses, como se vio, por ejemplo, el pasado lunes con la visita del ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Felipe Pérez Roque, a Madrid, donde fue recibido en la misma mañana por el Rey Juan Carlos, el presidente Zapatero y el jefe de la Diplomacia, Miguel Ángel Moratinos. A esto hay que añadir el planteamiento que el ejecutivo de Madrid llevó hace unos meses a la Unión Europea para que levantase las sanciones al régimen de La Habana, como así ha acabado sucediendo recientemente.

        A pesar de la mala puntuación que obtiene Fidel Castro, un 53 por ciento de los encuestados están bastante o muy de acuerdo con ese levantamiento de las sanciones a Cuba, frente al 32,5 que comparte poco o nada la medida. En cuanto a Venezuela, cuyo presidente también suspende en el ranking, el 47 por ciento consideran que el liderazgo de Hugo Chávez es negativo para América Latina, aunque un 57 por ciento ven positiva la reciente visita del mandatario a España.

En efecto, a pesar de todo

El Papa arrasa a pesar de todo

        Merece un capítulo aparte el Papa Juan Pablo II, que arrasa en la clasificación con casi un 7. Esta notable valoración se produce a pesar de las numerosas campañas que se han lanzado en los últimos meses y años contra su persona y, sobre todo, contra su mensaje sobre algunos temas. No hay más que recordar la enorme tergiversación mediática que se dio con motivo del discurso que el pontífice pronunció el pasado 24 de enero ante 38 obispos españoles que se encontraban en el Vaticano para cumplir con la Visita Ad Limina. El Papa alertó sobre el peligro del laicismo, defendió la familia y se mostró a favor de la libertad de enseñanza, así como de un justo reparto de recursos básicos como el agua. No citó para nada al Gobierno de Zapatero, pero los medios de comunicación, especialmente los gubernamentales, no lo vieron así. Una vez más, se vio que el mensaje de la Iglesia es deformado cuando choca precisamente con los que gobiernan.

        El Santo Padre ha demostrado en numerosas ocasiones un liderazgo moral indiscutible. Desde los temas de justicia social hasta su defensa de la paz, por ejemplo en su condena rotunda de la última guerra de Irak, pasando por la familia y el matrimonio, los mensajes de Juan Pablo II se han ganado el respeto del mundo. Pero no siempre son populares, ya que él no actúa como los políticos; sus palabras y escritos no se elaboran para caer mejor o peor, sino para ofrecer orientaciones morales.