Acerca de
la Virgen María

 

 

Textos escogidos de san Josemaría Escrivá


A Jesús siempre se va y se "vuelve" por María.

Camino, 495

¡Cómo gusta a los hombres que les recuerden su parentesco con personajes de la literatura, de la política, de la milicia, de la Iglesia!...

—Canta ante la Virgen Inmaculada, recordándole:

Dios te salve, María, hija de Dios Padre: Dios te salve, María, Madre de Dios Hijo: Dios te salve, María, Esposa de Dios Espíritu Santo... ¡Más que tú, sólo Dios!

Camino, 496

Antes, solo, no podías... —Ahora, has acudido a la Señora, y, con Ella, ¡qué fácil!

Camino, 513

Es justo que el Padre y el Hijo y el Espíritu Santo coronen a la Virgen como Reina y Señora de todo lo creado.

—¡Aprovéchate de ese poder! y, con atrevimiento filial, únete a esa fiesta del Cielo. —Yo, a la Madre de Dios y Madre mía, la corono con mis miserias purificadas, porque no tengo piedras preciosas ni virtudes.

—¡Anímate!

Forja, 285

Si buscas a María, encontrarás "necesariamente" a Jesús, y aprenderás —siempre con mayor profundidad— lo que hay en el Corazón de Dios.

Forja, 661

(...) Madre de la ciencia es María, porque con Ella se aprende la lección que más importa: que nada vale la pena, si no estamos junto al Señor; que de nada sirven todas las maravillas de la tierra, todas las ambiciones colmadas, si en nuestro pecho no arde la llama de amor vivo, la luz de la santa esperanza que es un anticipo del amor interminable en nuestra definitiva Patria.

Amigos de Dios, 278