La santidad es para todos


El beato Josemaría escribió en “Surco” que la santidad personal es el remedio de todo. ´Por eso los santos han estado llenos de paz, de fortaleza, de alegría, de seguridad...` (“Surco”, 653). A continuación, ofrecemos unos textos sobre este tema.

Textos escogidos de san Josemaría Escrivá

 

        ¿Santo, sin oración?... —No creo en esa santidad.

Camino, 107

        La santidad "grande" está en cumplir los "deberes pequeños" de cada instante.

Camino, 817

        La santidad está compuesta de heroísmos. —Por tanto, en el trabajo se nos pide el heroísmo de "acabar" bien las tareas que nos corresponden, día tras día, aunque se repitan las mismas ocupaciones. Si no, ¡no queremos ser santos!

Surco, 529

        La santidad, el verdadero afán por alcanzarla, no se toma pausas ni vacaciones.

Surco, 129

        La santidad está en la lucha, en saber que tenemos defectos y en tratar heroicamente de evitarlos.

        La santidad —insisto— está en superar esos defectos..., pero nos moriremos con defectos: si no, ya te lo he dicho, seríamos unos soberbios.

Forja, 312

        Las tareas profesionales —también el trabajo del hogar es una profesión de primer orden— son testimonio de la dignidad de la criatura humana; ocasión de desarrollo de la propia personalidad; vínculo de unión con los demás; fuente de recursos; medio de contribuir a la mejora de la sociedad, en la que vivimos, y de fomentar el progreso de la humanidad entera...

        —Para un cristiano, estas perspectivas se alargan y se amplían aún más, porque el trabajo —asumido por Cristo como realidad redimida y redentora— se convierte en medio y en camino de santidad, en concreta tarea santificable y santificadora.

Forja, 702

        ¡Todo por Amor! Este es el camino de la santidad, de la felicidad.

Afronta con este punto de mira tus tareas intelectuales, las ocupaciones más altas del espíritu y las cosas más a ras de tierra, ésas que necesariamente hemos de cumplir todos, y vivirás alegre y con paz.

Forja, 725