Santa María de la Paz: Iglesia prelaticia del Opus Dei
Santa María de la Paz es la advocación mariana a la que está dedicada la Iglesia prelaticia del Opus Dei en Roma. Aprovechamos esta ocasión para recordar la pequeña historia de esta iglesia donde reposan los sagrados restos de san Josemaría Escrivá de Balaguer. 24 de enero de 2006
Altar de la iglesia prelaticia
 

Así es Santa María de la Paz

        En el vestíbulo de acceso se encuentra una imagen de la Virgen María, Madre del Amor Hermoso.

        En el atrio se contempla la pila bautismal donde fue bautizado san Josemaría el 13 de enero de 1902. Fue donada por el Obispo y el Capítulo de la Catedral de Barbastro, su ciudad natal.

        El altar del templo está situado bajo un pequeño baldaquino, siguiendo la costumbre de tantas iglesias romanas.

        La iglesia está presidida por una imagen de la Virgen, obra de Manuel Caballero. Se puso a la veneración de los fieles el 18 de diciembre de 1959.

        Los fieles pueden rezar ante la tumba de san Josemaría, dispuesta bajo el altar.

San Josemaría y Juan Pablo II: testigos de una historia

        El 31 de diciembre de 1959, san Josemaría celebró la primera Misa en Santa María de la Paz, que desde la erección del Opus Dei como Prelatura personal pasó a ser la Iglesia Prelaticia. La devoción de Mons. Escrivá de Balaguer a la Virgen es la razón del título de la iglesia y de la imagen que la preside. En la cripta de la Iglesia se encuentran la Capilla del Santísimo y los confesonarios. San Josemaría predicó con incansable celo la necesidad de frecuentar los sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía, dones de Dios a sus hijos los hombres, fuente de paz y de alegría imperecedera.


  Santa María de la Paz

        En palabras de san Josemaría: "Santa María es —así la invoca la Iglesia— la Reina de la paz. Por eso, cuando se alborota tu alma, el ambiente familiar o el profesional, la convivencia en la sociedad o entre los pueblos, no ceses de aclamarla con ese título: “Regina pacis, ora pro nobis!” —Reina de la paz, ¡ruega por nosotros! ¿Has probado, al menos, cuando pierdes la tranquilidad?... —Te sorprenderás de su inmediata eficacia".

        Juan Pablo II estuvo en esa Iglesia Prelaticia el 24 de marzo de 1994, para rezar ante los restos mortales del obispo Álvaro del Portillo, prelado del Opus Dei. El Papa había estado rezando en 1978 en ese lugar, cuando era cardenal.

En la cripta de la iglesia prelaticia

        En una pequeña cripta bajo la Iglesia Prelaticia, a la que se accede bajando unas escaleras, está enterrado el obispo Álvaro del Portillo, primer sucesor de san Josemaría al frente del Opus Dei.

        El 27 de junio de 1975 san Josemaría fue sepultado en esa cripta. Sobre la losa de mármol se colocó, bajo el sello del Opus Dei, la inscripción: EL PADRE, que aún perdura.

        Millones de personas en todo el mundo acuden a san Josemaría para solicitar a Dios nuestro Señor gracias de toda clase. Y son muchos quienes se acercan hasta la Iglesia Prelaticia para seguir pidiendo o para agradecer las gracias recibidas por su intercesión.

        Tras la beatificación en 1992 el cuerpo del Fundador se depositó arriba, en la iglesia prelaticia, bajo el altar, donde se encuentra en la actualidad.

        En esa misma cripta está enterrada Carmen Escrivá, hermana del fundador; y se ha enterrado en ella recientemente a la primera numeraria auxiliar del Opus Dei, Dora del Hoyo.