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Australia señala Abboud, el único país del mundo donde el Estado reembolsa los gastos de fecundación "in vitro" (FIV) sin límite alguno, tiene una próspera industria de reproducción asistida, que factura el equivalente de 128 millones de dólares de EE.UU. o más y crece un 8-10% anual. El gobierno planea recortar los subsidios, a lo que el sector de la FIV se ha opuesto con una enérgica campaña. "Su eslogan oficial es que el ministro de Sanidad no debe meterse en las alcobas de los australianos. Su verdadero objetivo es que el ministro de Hacienda no toque los bolsillos de los profesionales de la FIV". Abboud cita a George Annas, profesor de bioética en la Universidad de Boston, que hizo este comentario sobre la industria de la FIV en EE.UU.: "Todo el sector de la reproducción asistida ha sido descrito, con acierto a mi juicio, como una especie de Salvaje Oeste combinado con el mercantilismo americano y el "marketing" moderno. Ahí están unos individuos muy profesionales voceando su mercancía sus tasas de éxito, su tecnología último modelo a esa muy sensible clientela de parejas infértiles dispuestas a intentar casi cualquier cosa y a pagar casi cualquier precio por tener un niño". El debate, añade Abboud, se suele centrar en cuántos ciclos de FIV hacen falta para que una mujer quede encinta; pero "la verdadera cuestión es cuántas mujeres concebirían de todas formas sin recurrir a la FIV". | |
Faltando a la verdad | Los
informes científicos, como el reciente estudio Cochrane ("In
vitro fertilisation for unexplained subfertility": "The Cochrane
Library", n. 2, 2005), revelan que la FIV no es más eficaz
que otros tratamientos para los casos de infertilidad de causa desconocida,
que son uno de cada tres. Por tanto, la FIV no debería ser la
primera opción, y se debería preferir otros tratamientos
menos invasivos. Incluso muchas parejas que recurren a la FIV podrían
concebir de modo natural con solo tener más paciencia. En términos
médicos, la infertilidad de causa desconocida solo es una definición
funcional: la incapacidad para concebir al cabo de doce meses. Según
un estudio de David Dunson y otros, publicado el año pasado en
el "Journal of Obstetrics and Gynaecology", aun en el grupo
más difícil de mujeres, las de 35-39 años, se dan
embarazos en el plazo de dos años en nueve de cada diez casos.
Pero, anota Abboud,
"el asesoramiento sobre infertilidad está en manos de
la misma industria reproductiva", que exagera los problemas de
infertilidad. En Australia, Access Infertility Network, una organización
del sector de la FIV, ha llegado a decir que la infertilidad está
aumentando hasta el punto de que afectará al 15% de la población:
una tasa inverosímil. "Las exageraciones sobre el crecimiento
de la infertilidad crean inquietud en las parejas, y las arroja en
brazos de las clínicas de FIV. Es buena cosa para las clínicas,
por supuesto. Cuantas más parejas fértiles que
con el tiempo podrían haber concebido de modo natural
acudan a los tratamientos de FIV, mejores serán las tasas de
éxito". | |
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