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El
hombre en busca de sentido
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Viktor E. Frankl
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El
problema del dolor (7 ª ed.)
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C.S.
Lewis
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En
los descansos se intercambian opiniones y se debaten las diferentes
propuestas alternativas para erradicar la pobreza en el mundo
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Continuaremos
ejerciendo presión para conseguir el respeto por los derechos
humanos, dice la última de las ocho propuestas de los
médicos católicos que, del 11 al 14 de mayo, aglutinaron
en el Palacio de Congresos de Barcelona a más de 1.000 médicos
de todo el mundo. El reto común: La erradicación de
la pobreza en la era de la globalización.
Venidos desde
78 países, los médicos católicos presentaron
sus conclusiones en la última sesión del XXII Congreso
Mundial de la FIAMC. Ocho propuestas que vienen a rechazar cualquier
aspecto, dentro de la práctica cotidiana del médico,
que promueva la llamada medicina del deseo. La globalización
insolidaria; los lobbies internacionales que promueven la eutanasia,
el aborto, la anticoncepción y la esterilización; y
la dejadez de las instituciones internacionales, sobre todo de los
países más ricos, están en el punto de mira de
esas conclusiones.
Las propuestas
también reconocen y apoyan la globalización entendida
como una herramienta para romper las barreras de la marginalidad,
así como el mantenimiento del respeto a la vida y los valores
culturales y familiares que practican muchos países pobres.
Con la promesa, también, de cooperar con los organismos internacionales
que promuevan la globalización positiva, la FIAMC clausuró
un congreso del que han surgido multitud de ideas alternativas para
paliar la actual situación de miseria en que viven millones
de personas en el Tercer Mundo.
Éstas
son las conclusiones de los médicos católicos surgidas
del Congreso:
- El orden internacional
actual condena a los pueblos a vivir en la pobreza y la miseria,
realidad que es injusta y se opone a la Voluntad de Dios.
- Nosotros,
los Médicos Católicos, rechazamos cualquier tipo de
globalización que comporte la explotación de los pueblos
más indefensos, el aprovechamiento de sus recursos naturales
y que provoque la destrucción de su entorno ambiental. También
rechazamos la explotación laboral allí donde se produzca.
- Rechazamos
aquellos aspectos de la medicina occidental que promuevan la llamada
medicina del deseo, mientras que por otro lado una gran
parte del mundo está condenada a subsistir sin atenciones
sanitarias básicas, comportando altos índices de mortalidad
infantil y materna y expectativas de vida realmente bajas.
- Condenamos
las presiones ejercidas por algunas organizaciones internacionales
que fomentan la aceptación de técnicas reproductivas
poco éticas como son el aborto, la anticoncepción,
y la esterilización.
- Aplaudimos
la globalización que promueva causas positivas, como el respeto
por la vida, y la solidaridad entre los pueblos, países y
clases sociales. Esto permitirá romper las barreras de la
marginalidad y encabezar la verdadera promoción de la salud.
- Reconocemos
que muchos países pobres mantienen sus valores culturales
y familiares; el respeto a la vida que debieran ser aceptados en
todas las culturas occidentales.
- La FIAMC pretende
cooperar con los organismos internacionales, los programas de aprendizaje
a distancia y los programas educativos de la salud, que promueven
una globalización positiva, encabezada por la igualdad entre
las naciones.
- Asimismo continuaremos
ejerciendo presión sobre las organizaciones internacionales
para conseguir el respeto por los derechos humanos
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