L’Osservatore Romano destaca heroísmo de nueva “madre coraje” italiana
 
Tal día como hoy, 27 de Enero, en 1945 el ejército soviético entró en Auschwitz. Para conmemorar la efeméride los poderosos se reunen en el campo de exterminio polaco donde un millón y medio de seres humanos fueron aniquilados por una ideología que presumía de avanzada y de científica. Su mensaje de "nunca más" sonará, sin embargo, hipócrita. Hoy 50 millones de seres humanos son exterminados cada año por el aborto que muchos de esos mismos dirigentes que se harán la foto en Auschwitz defienden, pagan y promueven. Tiempo vendrá en que la hipocresía dará paso a la verguenza también por el holocausto del aborto y a la reparación de las víctimas y su memoria.
Comentario de José Pérez Adán profesor de sociología.
ROMA, 26 Ene. 05 (ACI).
Un santo precedente

        El diario oficial del Vaticano, L’Osservatore Romano, comparó a Rita Federizzi, integrante activa de un grupo católico mariano, con la querida y recientemente canonizada Santa Gianna Beretta Molla, por haberse negado a seguir un tratamiento que hubiera salvado su vida pero causado la muerte del bebé que llevaba en su seno.

        Gianna Beretta murió en 1962 debido a un cáncer que la sorprendió cuando estaba embarazada de su cuarta hija. Médico de profesión, se negó a someterse al tratamiento que podría haberla curado pero le hubiese causado un aborto. Fue canonizada por el Papa Juan Pablo II en el año 2003 y se ha convertido en un símbolo para todos aquellos que defienden la vida de los no nacidos.

Tan digno como los demás ya nacidos

        Al igual que la santa, Federizzi, de 41 años de edad, falleció luego de negarse a recibir el tratamiento para curar el cáncer que le diagnosticaron casi al mismo tiempo de resultar embarazada, porque le habría costado la vida de su hijo, a quien bautizó como Federico.

        L'Osservatore Romano escribió de Federizzi "que ella era consciente de las pocas posibilidades de sobrevivir si daba a luz. A pesar de eso siguió adelante con su decisión de recibir una nueva vida ofrendando la propia".

        "La decisión de Rita, que siempre compartí con ella, fue un decisión de fe”, declaró su esposo Enrico Ferrari, a la agencia italiana ANSA y agregó que "cada vez que alguien le recomendaba someterse al aborto para poder sobrevivir, ella decía que hacerlo sería ‘como si me pidieran matar a alguno de mis otros dos hijos para salvar mi pellejo”.

        Federizzi deja esposo y tres hijos. Los dos mayores de 10 y 12 años, respectivamente. Su tercer hijo tiene ahora tres meses de edad.